viernes, 16 de diciembre de 2011

Preludio

Tengo las manos llenas de papeles, 
papeles que arden de vacíos inacabados,
papeles que me queman los dedos 
cuando busco las palabras para tapizarlas 
de cosas que no necesitan recordarse.
Y abuso de su inocente carácter de blanco,
y los mancho con esas cosas que, realmente,
no son necesarias recordarlas,
aunque duelen como si existieran.
Que ganas de comprender su dolor,
pero desde este punto es un poco complicado.
Del punto en el que todo causa cicatrices,
aun así, aun pienso que no es necesario recordarlo.


Te metiste con la persona equivocada,
inténtalo de nuevo y no podrás comprender
el por qué de la pregunta que,
en algún momento tuvo sus respuestas.
Niega las noches desveladas que tuvimos,
llenándonos de palabras 
con tu silencio que me duele
hasta la sombra del mal.

Y vuelvo a la misma palabra 
y la repito conmigo, 
la tengo nuevamente latiendo-me.
Quisiera tan solo... tengo ganas de sacarme el corazón,
pero ya no puedo dar pie atrás,
ya no me pertenece,
le pertenece al silencio,
al silencio con fogosos residuos de sentimientos vagos,
le pertenece al viento. 



(pasan cosas inexplicables por mi cabeza
cosas que ni yo quiero pensar que existen)

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